sábado, marzo 06, 2010

Arde Paris


Lo siento. Muchos me hablan de la hipersofisticación de la agresiva mujer poderosa que repta, se desliza y destrona para usurpar el puesto a todo el que tiene por delante. De la noche oscura del alma que pasa esta tentadora parisiense dispuesta a robar el Sacre Coeur o la Torre Eiffel. Otros me cuentan las bondades del linaje noble, el corazón valeroso y esa agresividad contenida de soldado de primera y guarniciones de tercera que nunca se baten en retirada. Otros ven rígidas tiranicidas, modernas vivalavida, delirantes amantes, viudas negras...


Yo lo siento pero sólo veo Arde París. Sí, veo muchas facetas de las parisienses de Alber Elbaz en Lanvin que creen que la vida debería ser como los cuentos de hadas, que las princesas de verdad descubren el guisante escondido en el colchón y que se ponen finas, muy finas ellas, con su anillito dorado que diría Lorca, con sus zapatitos de tacón, su manicure, su pedicure, su caniche -canichito-, su collarcito de perlas, sus sueños transmutables y su estilo de vida rosa, ensoñado, del que amanece con caffe au lait y atardece con Martinis -a gogo-.


Me esfuerzo. Pero no puedo evitarlo. Veo Arde París. A Leslie Caron correteando por París con mucho valor. Su sempiterno flequillo, su collarcito de perlas a la caja y el vestidito -que necesariamente tiene que ser rosa- deslizándose por ese París incendiado, a punto de ser borrado de la historia que demuestra que París es París por su leyenda, que París es París por sus mujeres, sus ideales, sus insignias y su cielo hecho explotar al atardecer.


Veo temerarias elegantes que vibran al unísono con la ciudad de la luz y relampaguean con sus emociones. Son mujeres delicadas, deliciosas hedonistas que no lo son tanto y que lo mismo ayer arrugaban el ceño pensando si preferían orquídeas o gardenias para la cena que hoy se ponen el mundo por montera y deciden que, ni el calor ni el frio tienen que detener al alma grande para la que todo con honor y nada sin él y liberar París, esa ciudad de sus tribulaciones que a uno le arranca el corazón y se lo encadena.


Y sé que mis mujercitas lo mismo se apresuran por tomar las primeras y las últimas burbujas de la copa de champán que desean morir bajo un redoble de campanas porque a veces... sólo podemos ser felices si anhelamos morir bajo el sonar ajetreado, preocupado e inmemorial de las campanas...


Y luego levantar el vuelo como la blanca paloma que domina el cielo con el infinito como el último destino porque la gloria que nunca muere, que nunca se marchita es la que nos acompaña hasta el final de nuestros días e, incluso luego...


Porque la historia no olvida, no olvida el 14 de julio triunfante ni el 24 de agosto campante donde todas las almas fueron grandes y todas las chicuelas, reinas de esas que perdieron una vez la cabeza y el corsé.

10 comentarios:

Anónimo dijo...

deliciosa coleccion

Anónimo dijo...

delicioso post

Anónimo dijo...

delicioso blog

Anónimo dijo...

la mas deliciosa autora

LadyGrett dijo...

Superb, Holly!

Moá.

Holly Golightly dijo...

Anónimo. Qué delicia de comentarios, y qué sonrojo. Un beso

LadyGrett. Un beso ;)

Hummingbird dijo...

saboreo una cerveza (au boteille -ya, ese francés...)

anoche escribía un post sobre este desfile (vi las guerreras) y percibí un deje retro-futurista; algo que me lleva a pensar en que lo mejor es anclarse en el presente -presente que sueles decir con toda razón es lo único que tenemos.

te irá link cuando lo postee.

ah.. y me encanta la idea del corbatín... creo que lo convierto en corbata -cómo lo ves?

un abrazo holly avec XX!

Holly Golightly dijo...

Hummingbird. Yo decía lo del corbatín para ponertelo como un bohemio francés pero puede quedar genial. :) Ese francés nos puede a todos. :) Por supuesto. Un beso

Hummingbird dijo...

pensaba la corbata, a modo de collar -para esa camisa blanca siempre y cuando un par de botones (o tres) abiertos y la corbata cumplendo su función. el bohemio francés es una idea que tomo nota.

ilusión verte de cerca -guapísima au croissant, :) cada vez que me hago un descafeinado nestlé-y le añado agua del grifo- me viene a la mente ese brebaje que se prepara -directo del frasco, del grifo y frío!. tan humana.

otro XX!

Holly Golightly dijo...

Humming. ;) Ya te he dicho en Twitter. Merci. Nosotros desayunamos champagne, bueno yo no pero porque soy abstemia. Un beso