lunes, febrero 18, 2013

La Muerte Sienta Bien


Nadie dice nada de la muerte. Que si el estilo es algo con lo que se nace, que si es algo que se hace con el tiempo. La cosa, parece, se queda en este mundo. Pero, ¿qué hay del otro? Y, es más, ¿qué hay del intersticio entre este y el siguiente? O sea, esa última foto de uno o, mejor dicho, de su cuerpo. Es importante la forma en que pasamos a la posteridad en nuestro último momento que, en general, es público y se ha inmortalizado. Fue hermoso ver el corazón de rosas rojas que Bergé dejó para el funeral de Saint Laurent y también la hermosa corona de Lagerfeld sobre los buenos tiempos que ambos habían vivido. Sin embargo, entrando en materia, dos y sólo dos son los cadáveres interesantes. El de Marilyn, enterrada con un vestido de punto de Pucci de color verde manzana que era su favorito. A Marilyn le gustaba mucho Pucci y se decía que era su vestido favorito pero tenía en muchos colores prendas del italiano.


El otro, la auténtica estrella de la muerte, es Warhol. A la muerte de Warhol, el gran artista del pop art (¿Qué es el pop art?: .), se le enterró con un traje negro -como los que solía llevar-, una corbata de estampado cachemira, su peluca plateada y sus gafas de sol, es decir, más o menos la que era la imagen habitual de Warhol en vida desde que llegó a Nueva York -y se operó la nariz- acompañado de su madre para ser primero dibujante y luego artista. Se le enterró con un breviario y una rosa roja. Si el ataúd de Saint Laurent fue cubierto por ramilletes de espigas verdes y luego por la bandera francesa, el de Warhol lo estuvo, durante la misa -Warhol era muy creyente e iba casi todos los días a misa-, con rosas blancas. Antes de que la tierra cubriese su féretro, Paige Powell, una de sus mejores amigas, le dejó lectura para el más alla: un número de Interview, la revista que Warhol creó, también una camiseta de la revista y un frasco de Beautiful, el perfume de Estée Lauder. 


Sin embargo, en el mundo de la moda, ha habido tres funerales más muy destacados. Especialmente relevante fue el de Coco Chanel al que acudió un jovencísimo Yves Saint Laurent a presentar sus respetos, también el de Alexander McQueen hace muy poco y, entre medias, el de Gianni Versace que consagró definitivamente a Donatella Versace y, muy especialmente, a Lady Di. Curioso es que Lady Di también fuera al de Grace Kelly -en la mortaja, Grace Kelly estaba bastante guapa y bastante gore, toda rodeada de puntillas- pero esa es otra historia.

12 comentarios:

Holly Golightly dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Anónimo dijo...

Muy interesante!

Maribel dijo...

Es triste, especialmente cuando todavía no le tocaba como a Versace. Me parece recordar que en ese funeral cuentan que una Lady Di celosa de la popularidad de Carolyn Bessette Kennedy la hizo público desprecio.

Holly Golightly dijo...

Anónimo. Gracias

Alexa. No conocía esa anécdota. Sin embargo, creo que podemos dar a Diana como ganadora del duelo de la eternidad porque, en mi opinión, es ella y no CBK la recordada.

amorodo dijo...

Un post muy interesante. Poca gente se anima a escribir sobre estos temas.

Te seguiremos en tus próximos post.

Besitos

@amorodoagencia
amorodoagencia.blogspot.com.es

Holly Golightly dijo...

Amorodo. Gracias

Holly Golightly dijo...

Amorodo. Gracias

Unknown dijo...

hola guapa
la verdad es que es un tema delicado. Belleza ante todo.
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Anónimo dijo...

Un post muy interesante! nos ha gustado!

Te segumios e invitamos a que eches un vistazo a nuestro blog y nos sigas!!

Un beso...

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Holly Golightly dijo...

Silvia. Gracias.

Anónimo dijo...

que guapa!!
un beso
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Unknown dijo...

me encanta su tocado!!
un beso
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